Si mi empresa fabrica una bebida refrescante con sabor a cola de toda la vida, seguro que uno o dos nombres nos vienen a la cabeza.
Si mi empresa se dedica a vender zapatos de varias marcas, puede que me acuerde de varias marcas pero seguro que “vender zapatos” está muy presente en mi cabeza.
Pero, ¿y si tengo una pyme o soy un profesional y quiero vender en Internet? ¿Qué me viene a la cabeza?
Pues si no sé lo que estoy haciendo, nada de nada.
Pero puede que lo que esté haciendo sea una de las partes más importantes de mi estrategia digital. Y de las más simples.
Así, puede que esté buscando “un dominio” para mi negocio.
Porque es probable que el experto que me está ayudando me lo haya planteado como uno de los pasos relevantes.
“Tenemos que comprar un dominio para tu web y tus correos electrónicos que se identifique con tu marca o tu negocio” puede que haya dicho.
Fácil, mis dos tiendas de ropa se llaman “Ropius Bonitus Baratus” (nombre original donde los haya).
Pues supongo que debo comprar un dominio que sea “ropiusbonitusbaratus”.
Y que sea .com porque es el más conocido, o .es porque mi negocio está establecido en territorio español.
Bueno, va, compro los dos. Listo.
Pues no. No lo hemos hecho mal, pero no lo hemos hecho todo.
¿Hemos pensado si el público de “la red” nos conoce por nuestro nombre? ¿Nos buscará así en Google?
¿Seguro que todo el mundo se acordará exactamente de mi nombre? ¿Y si comete errores gramaticales?
¿Podría ser que mis actuales clientes me conozcan más como el vendedor de un producto concreto, por ejemplo “chaquetas de pana baratas”?
Debo “proteger” mi marca en Internet, claro que sí.
Pero tal vez quiera darle una vuelta a cómo se llamará mi tienda online, qué venderá y cómo lo hará.
Vender en Internet se puede hacer de dos maneras:
- Como mis tiendas actuales pero ampliando el reparto a un ámbito geográfico más amplio.
- Considerando la venta online como una “nueva” oportunidad y planteando el proyecto desde 0.
Hay algunas opciones más, pero estas 2 son perfectamente posibles pero requieren un enfoque distinto.
Autor: Jordi Sabater